Puede que el icono rojo del huracán aún no aparezca en el mapa, pero usted sabe que se acerca. Y puede que sólo pasen unos días antes de que las operaciones se paralicen o la seguridad de su equipo se vea comprometida.
Las redes sociales suelen inundarse de mensajes engañosos cuando aún no se ha identificado una posible tormenta. Y puede ser inquietante cuando los modelos de previsión pintan un panorama sombrío, ¡pero ni siquiera hay un cono! Este es el momento de prescindir de la aplicación meteorológica de todos los días, escuchar atentamente a las autoridades locales y confiar en meteorólogos reputados.
La cuerda floja entre la reacción exagerada y la preparación insuficiente no es divertida. Pero puede superarse con éxito si el plan se basa en datos fiables, incluye decisiones oportunas y deja margen para ajustes en una situación que probablemente será muy fluida.
Al principio, hay que ser escéptico con los detalles
Los modelos de huracanes se basan en la premisa de seguir una única característica -el centro de una tormenta- y cómo interactúa con su futuro entorno. Si no hay un centro de circulación claro, el resultado del modelo suele ser impreciso. Incluso una tormenta joven puede sufrir cambios bruscos de dirección e intensidad hasta que se organice.
Seguir las indicaciones del Centro Nacional de Huracanes (NHC) es una forma de prepararse para un riesgo probable pero no identificado. A pesar de los avances en los modelos de previsión y de su alcance mucho mayor, los expertos del NHC siguen siendo metódicos y conservadores en su enfoque cuando creen que una tormenta se formará cerca de tierra. Reaccionar ante una sola ejecución de un modelo de previsión en esta situación para tomar decisiones es casi siempre un error a punto de producirse.
A la inversa, tampoco es buena idea confiar explícitamente en la misma aplicación meteorológica que utilizas para planificar tus fines de semana. La mayoría de las aplicaciones meteorológicas de consumo se generan por ordenador a partir de un modelo de previsión que a menudo no puede tener en cuenta la variedad de resultados de un huracán en desarrollo. A menudo no incluyen las mareas de tempestad, los vientos extremos, los tornados o las posibles inundaciones que puede provocar un huracán.
Saber cuándo dar el primer paso
Huracán o no, el cronómetro siempre está contando. A menudo nos fijamos en el cono de incertidumbre del NHC por sus marcas de tiempo. Pero cuando no hay cono (todavía), puede ser difícil evaluar cuándo actuar. Su ventana de preparación se está reduciendo constantemente, y puede que no tenga tiempo para esperar uno.
El Centro Nacional de Huracanes elabora un pronóstico meteorológico tropical en el que se destacan las posibles zonas de desarrollo durante los próximos siete días. Si su empresa o sus activos se encuentran cerca de una zona con una probabilidad moderada o alta, es probable que quiera al menos empezar a elaborar un plan.
Aunque el sistema de interés no se convierta en huracán, podría tener repercusiones importantes. Por ejemplo, una tormenta tropical débil y de evolución lenta puede producir tantas inundaciones y tornados como una que se intensifique rápidamente justo antes de tocar tierra. En todas las situaciones meteorológicas tropicales, los momentos clave para los que hay que prepararse son la llegada de impactos perturbadores, cuándo serán peores esos impactos y cuánto durarán.
Otro indicio que le ayudará a prepararse es que un modelo de previsión fiable muestre una coherencia interanual en un resultado probable. Entonces puede empezar a elaborar su plan en función de los efectos específicos. Esto reduce su dependencia de una previsión oficial o de los matices que la acompañan, como el lugar exacto de su trayectoria o la intensidad que puede alcanzar.
Los huracanes Ian (2022) e Idalia (2023) se intensificaron rápidamente hasta convertirse en huracanes de gran intensidad a medida que se acercaban a Florida. Pero ambos eran sólo tormentas tropicales en su estado de formación dos días antes de tocar tierra. A pesar de esta dramática intensificación, el Modelo Baron proyectó con precisión la llegada a tierra dentro de un condado y categoría cuando entró en el dominio del modelo.
Mantenerse flexible y vigilante
Cuando un ciclón tropical intenta formarse cerca de tierra, la confianza en las previsiones es mucho menor de lo habitual. Su plan debe estar diseñado para permitir la adaptación sin comprometer la seguridad. Para ello, considere una serie de posibles resultados e impactos de la tormenta que se avecina.
En el extremo superior, incluya las medidas que tomaría si la tormenta fuera una categoría más fuerte de lo previsto explícitamente. Por ejemplo, si la previsión oficial es de una fuerte tormenta tropical, prepárese para un huracán de categoría 1. En el extremo inferior, identifique las decisiones que pueden reducirse cautelosamente para conservar los recursos según lo requiera la situación. Esto dará a su equipo la confianza y la tranquilidad necesarias para capear los vaivenes de una situación muy cambiante.
Cuando se utilizan datos fiables en el momento oportuno, es posible planificar con precisión estos momentos. Creamos una guía para la toma de decisiones sobre la respuesta a los huracanes basada en la premisa de una tormenta de largo recorrido que se aproxima a lo largo de muchos días. El mismo concepto se aplica durante la fase de formación de la tormenta, cuando está a sus puertas, pero con un plazo más corto.
Tomar la decisión correcta en el momento equivocado puede ser un error costoso. No basta con comprar los datos meteorológicos adecuados. Hay que saber cómo y cuándo utilizarlos. Y para eso tenemos una hoja de trucos. Las ideas de nuestra guía sobre huracanes para responsables de la toma de decisiones le serán útiles cuando empiece a ver proyecciones de un huracán o tormenta tropical que pueda afectar a su negocio o a sus activos.
La logística de respuesta ante un huracán no es fácil, incluso cuando se dispone de muchos días para prepararse. Cuando se espera que se forme una tormenta tropical o un huracán en alta mar y sus planes deben ponerse en práctica rápidamente, las inversiones en datos meteorológicos más inteligentes de Baron pueden permitirle tomar con confianza esas decisiones en un plazo de tiempo mucho más corto.