El huracán Helene fue una fuerte tormenta que puso de relieve el papel vital que desempeñan los datos meteorológicos precisos y oportunos en la respuesta a las emergencias. Mientras que los sistemas tropicales se asocian a menudo con impactos costeros, Helene sirvió como un duro recordatorio de que el mal tiempo puede extenderse cientos de kilómetros tierra adentro. Esto fue particularmente evidente en las Carolinas occidentales, donde las agencias de respuesta a emergencias confiaron en las soluciones de Baron Weather, incluyendo Baron Threat Net y el radar de alta resolución de Baron, para tomar decisiones cruciales para salvaguardar vidas y propiedades.
Respuesta de emergencia en acción
En los días previos a la llegada de Helene, el oeste de las Carolinas, el noreste de Georgia y el este de Tennessee experimentaron un importante episodio de lluvias precursoras que saturaron el suelo con precipitaciones de 10 a 15 pulgadas. Esto aumentó el riesgo de inundaciones mucho antes de que Helene llegara. La atención se centró rápidamente en la mitigación de las inundaciones. Gracias a las acumulaciones totales y pronosticadas de lluvia de Baron Threat Net, los servicios de emergencia dispusieron de información crítica para identificar las zonas de alto riesgo, determinar la ubicación de los refugios y emitir alertas oportunas a través del Sistema Integrado de Alerta Pública (IPAWS) para advertir a los residentes de la subida del nivel de los ríos.

A medida que Helene avanzaba, la herramienta de riesgo de inundaciones repentinas de Baron señaló las zonas más vulnerables, ayudando a los funcionarios a desplegar recursos donde más se necesitaban. Después de Helene, el río Saluda alcanzó una altura récord de 6,5 metros, muy por encima del nivel de inundación principal.

Más allá de las estrategias operativas, la integración de inteligencia meteorológica avanzada en la gestión de emergencias fue esencial tanto para la preparación como para la seguridad pública. La tecnología meteorológica predictiva permitió una toma de decisiones más rápida y basada en datos, ayudando a reducir los riesgos y a mejorar los esfuerzos de respuesta ante condiciones meteorológicas extremas.
El impacto de una vía interior
Como Director de Gestión de Emergencias del condado de Greenville, sabía que el norte del estado de Carolina del Sur no era ajeno a los sistemas tropicales. Aunque gran parte del estado se centraba en las tormentas costeras, mi mayor preocupación eran siempre las tormentas originadas en el Golfo. A menudo nos situaban en el peor cuadrante de una tormenta, con fuertes vientos, lluvias torrenciales y una mayor amenaza de tornados. Inicialmente, si Helene hubiera seguido el centro del cono de previsión del NHC, habría pasado por encima de Atlanta. En cambio, se acercó al norte del estado, aumentando la gravedad de sus efectos.

Cuando Helene se convirtió en una tormenta de categoría 4, ya habíamos activado el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) y estábamos en plenos preparativos. El día que tocó tierra, el suelo ya saturado hizo que la caída de árboles fuera un gran peligro, lo que nos obligó a suspender las operaciones de respuesta de emergencia. Las consecuencias fueron asombrosas: más de un millón de metros cúbicos de escombros, 53 estructuras destruidas, 600 gravemente dañadas y 16 carreteras arrasadas. Trágicamente, se perdieron ocho vidas.

El poder de los datos meteorológicos localizados
El acceso a datos meteorológicos precisos y en tiempo real fue crucial en los esfuerzos de planificación y respuesta. Baron Weather Solutions proporcionó a los gestores de emergencias información práctica que mejoró la toma de decisiones y la comunicación pública.

Una combinación de imágenes por satélite, radar doppler y análisis del viento resultó esencial para seguir la intensidad de la tormenta, su trayectoria y los efectos previstos. Los modelos meteorológicos en tiempo real orientaron las decisiones clave, como la emisión de avisos de evacuación para las zonas propensas a inundaciones, la programación estratégica de las suspensiones de la respuesta hasta que mejoraran las condiciones y la asignación eficiente de recursos para las operaciones de búsqueda y rescate.
Informar las decisiones de seguridad pública
En su punto álgido, el 95% del condado se quedó sin electricidad, lo que afectó a las estaciones de servicio, Internet, el servicio de telefonía móvil y las comunicaciones de emergencia. Muchas jurisdicciones tienen umbrales de viento (normalmente de 35 a 45 mph) que dictan cuándo deben cesar sus operaciones los vehículos de emergencia y los autobuses escolares. La herramienta de consulta puntual de Baron Threat Net permitió controlar en tiempo real la velocidad del viento, lo que ayudó a los gestores de emergencias a determinar cuándo suspender y reanudar con seguridad las labores de respuesta a emergencias.

El COE permaneció activo durante 16 días mientras coordinábamos los esfuerzos de recuperación con la FEMA y los equipos de respuesta de todo el país. Gracias a las herramientas de vanguardia de Baron Weather, los equipos de gestión de emergencias pudieron tomar decisiones informadas y basadas en datos que mejoraron la seguridad pública y la eficacia de la respuesta ante catástrofes. Helene reforzó la importancia de integrar la tecnología meteorológica avanzada en las operaciones de emergencia.

Apoyo a las operaciones de emergencia
A medida que los fenómenos meteorológicos extremos se hacen más frecuentes, la necesidad de inteligencia meteorológica localizada y en tiempo real nunca ha sido mayor. Las soluciones meteorológicas de Baron siguen proporcionando a los gestores de emergencias los datos que necesitan para proteger vidas e infraestructuras. Descubra aquí cómo Baron puede mejorar su estrategia de respuesta ante emergencias.