Para cualquier organización meteorológica, un radar será probablemente el elemento más crítico de su red meteorológica. Un radar proporciona información vital sobre la formación, la ubicación, el crecimiento y la descomposición de la humedad de la atmósfera. Estos datos se introducen en los modelos informáticos de previsión meteorológica, son utilizados por los meteorólogos para hacer predicciones a corto plazo y son cruciales para crear sistemas eficaces de alerta temprana.

El radar es la mejor opción para detectar, observar y analizar las condiciones meteorológicas; sin embargo, tiene sus retos. La ciencia en la que se basan todos los radares tiene algunas limitaciones. Los científicos de Baron buscan constantemente formas de superar estas limitaciones, por eso es tan necesaria la formación y la comprensión de qué radar comprar.

¿Qué opciones de radar meteorológico son las mejores para usted?

Un radar meteorológico es la herramienta más cara de que dispone una agencia meteorológica, lo que a menudo crea un dilema a la hora de adquirir el equipo. El coste es una consideración esencial durante la compra; sin embargo, si deja que el precio pese demasiado en su proceso de decisión, podría hacer que comprara un radar que podría ser mejor para su agencia o aplicación. En Baron, nos centramos en qué solución apoyará mejor a la agencia y sus operaciones porque queremos ser socios de por vida con las agencias meteorológicas globales a las que servimos. Creemos en ofrecer una buena solución y dejarle tranquilo. Proporcionar el mejor apoyo a nuestros socios meteorológicos es una parte vital de la cultura de Baron. Los meteorólogos representan una gran parte de la plantilla de Baron, por lo que nuestra cultura es de comprensión meteorológica.

Es esencial saber que la elección del radar más adecuado para cada aplicación es extremadamente importante. Hay que tener en cuenta varios aspectos a la hora de sopesar el coste frente al rendimiento. Es algo que no debe tomarse a la ligera, ya que puede repercutir en el éxito de la inversión.

Un Baron Klystron de banda C en Kazajstán
Un Baron Klystron de banda C en Kazajstán.

Selección del transmisor adecuado

Los tres tipos comunes de transmisores son los klystrons, los magnetrones y los de estado sólido. Los klystrons son conocidos por su sólida estabilidad de señal y ofrecen los mejores resultados en la mayoría de las aplicaciones; sin embargo, es la solución más cara. Los magnetrones se basan en una tecnología similar y constituyen un equilibrio ideal entre las limitaciones presupuestarias y el rendimiento. Un tercer transmisor, el de estado sólido, sigue llamando la atención por su coste de mantenimiento significativamente menor. Sin embargo, al tener menos potencia, su alcance y resolución son limitados. La solución de estado sólido es un ejemplo perfecto de cómo las necesidades presupuestarias pesan más que el rendimiento de la herramienta.

La frecuencia importa

De los muchos factores que pueden determinar la mejor solución para su aplicación, la frecuencia encabeza la lista. Los radares están disponibles en tres frecuencias principales: Banda X, Banda C y Banda S. La elección de la frecuencia ideal depende de las condiciones de la región donde se ubicará el radar y de las necesidades de la organización que lo utilice. La banda X es la más sensible, perfecta para detectar brisas marinas, tormentas de polvo y precipitaciones ligeras (como nieve y llovizna/lluvia helada). Requiere una antena más pequeña, por lo que también es una buena solución para aplicaciones portátiles y de investigación. La banda C se sitúa en el medio del pelotón con buenas capacidades generales en las distintas categorías, pero tampoco destaca. El tamaño de su antena suele ser mayor que el de la Banda X, pero aún así puede realizarse en una solución semitransportable si es necesario. La frecuencia de la Banda S es la más adecuada para regiones frecuentadas por tormentas severas, eventos tropicales y lluvias torrenciales. Este radar es también el más grande, ya que requiere una antena más grande, por lo que se necesita una torre y un radomo enormes, lo que se traduce en una solución cara.

Un radar móvil Baron de banda X situado cerca de la costa del Golfo durante el huracán Laura.
Un radar móvil Baron de banda X cerca de la costa del Golfo durante el huracán Laura.

Hay muchos otros factores a tener en cuenta a la hora de comprar un radar y, como he comentado al principio, el coste se convierte en uno de los factores más significativos. Por lo tanto, es esencial que se asegure de dar suficiente importancia a qué radar es el mejor para su organismo y aplicación. Recuerde que tener una solución de menor coste no le servirá de nada si no proporciona a sus meteorólogos la información necesaria para ofrecer previsiones de calidad.